Cada vez somos más conscientes de la importancia de la medicina preventiva y en el campo de la cardiología no iba a ser menos

Son varios los factores que influyen en este tipo de patologías: el reconocerlos y aplicar mejoraras y cuidados en nuestro día a día, es la base principal para reducir las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiovascular.

El tabaco, lejos: Fumar triplica las posibilidades de sufrir una patología cardiovascular. Es una de las principales causas que provoca éste tipo de enfermedades. Incluso siendo fumador pasivo, aumenta el riesgo. Así que si todavía fumas, deberías replantearte seriamente dejar de hacerlo. Por ti y por tu familia. Al año de dejar el tabaco, ese riesgo se reduce a la mitad y va disminuyendo de forma paulatina durante los 10 años posteriores hasta igualarse con una persona no fumadora

Camina y come sano: El sedentarismo y la mala alimentación, abren la puerta a acentuar factores de riego como la obesidad, hipertensión, diabetes o colesterol que entre otros son grandes aliados a la hora de incrementar el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. Por tanto, llevar una alimentación sana y variada y hacer ejercicio de forma regular, te ayudará a mantener tu IMC en unos valores recomendados, minimizando así el riesgo de sufrir alteración en los títulos de tus pruebas.

Descanso y estrés: Sabido es, que cada vez se relaciona más una vida estresante a la alteración de la salud, afectando, en este caso también a nuestro corazón y sistema circulatorio. Dormir menos de las horas recomendadas según edad, las preocupaciones llevadas al extremo, la fatiga, la casa, el trabajo… Nos colapsa y repercute también en nuestra salud.

De igual modo, presenta un papel muy importante las revisiones médicas periódicas. Visitar a un cardiólogo para una revisión acorde a tu edad y factores de riesgo, es imprescindible para una detección precoz de cualquier alteración.

Las pruebas a realizar en dichas revisiones, las determinará el cardiólogo, en función de valores como la edad, hábitos de vida, historia clínica y antecedentes familiares.

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