Estamos en plena primavera, una de las épocas más complicadas para la mayoría de las alergias respiratorias, que se intensifican en esta época del año. A la hora de contratar un seguro de salud, una de las cosas que nos podemos plantear es si cubre el tratamiento y vacunas de las alergias.
Se considera que unas 14.000.000 de personas sufren algún tipo de alergia en nuestro país, lo que supone aproximadamente un 30% de la población. La alergia no es algo que se padezca desde el nacimiento, se puede desarrollar en cualquier momento de la vida, al igual que se puede nacer con ella y que acabe por desaparecer. Las alergias cada vez son algo más común entre la población y algunos estudios consideran que para el año 2020 prácticamente una de cada dos personas padecerá de algún tipo.
Alergia y sus tipos.
Las alergias se producen cuando el organismo está hipersensibilizado ante el contacto de otro elemento que el sistema inmune identifica como una amenaza e intenta expulsar. Las alergias se pueden catalogar en tres categorías, según la vía de contacto ante el alérgeno, según los síntomas que produce este y según el momento o lugar donde se produce este contacto. Así, tenemos las siguientes alergias:
Según la vía de contacto
• Alergia por inhalación. Son aquellas en las que la sustancia alérgena se introduce en nuestro organismo a través de la respiración. Suele tratarse partículas pequeñas como ácaros y polen.
• Alergia por contacto. Se producen por contacto directo a nivel físico y suelen tener reacciones cutáneas. Un ejemplo sería la alergia al pelo de animal.
• Alergias por ingestión. Se producen cuando consumimos el alérgeno por vía oral. Es uno de los tipos más peligrosos para la salud.
• Alergias por inoculación. Alergias a elementos que se introducen mediante vías como la intravenosa. Son con diferencia las más peligrosas porque al entrar directamente al torrente sanguíneo pueden tener efectos por todo el organismo.
Según sus síntomas
• Respiratorias. Son muy frecuentes. El alérgeno afecta a pulmones o vías respiratorias dificultando el proceso, derivan en episodios de tos o asmas.
• Cutáneas. Las más frecuentes junto a las respiratorias. El alérgeno causa alguna reacción en la piel, desde un simple enrojecimiento hasta úlceras en los casos más extremos. Es el caso de la mayoría de las dermatitis.
• Nasales. Producen principalmente estornudos y picor nasal por lo que muchas veces son confundidas con resfriados
• Oculares. Al contacto con los ojos el alérgeno provoca irritación, lagrimeo e incluso conjuntivitis.
• Digestivas. Principalmente provocan diarreas y vómitos y son causadas casi siempre por la ingesta de alimentos o medicamentos.
Según el momento o lugar de exposición
• Estacional. Son un tipo de alergia en la que el alérgeno tiende a aparecer en una determinada época del año. La más frecuente es la alergia al polen, que es especialmente intensa en primavera.
• Ocupacional. Están provocadas por alérgenos a los que estamos expuestos en nuestro lugar de trabajo, en especial suelen darse en labores que impliquen manejo de productos químicos o manipulación alimentaria.
Las alergias en los seguros de salud.
Como hemos visto, el padecimiento de alergias es algo bastante común entre la población. A la hora de contratar un seguro de salud hay que tener en cuenta que la mayoría de ellos considera las alergias como preexistencias, por lo que habrá que informar de su padecimiento a la hora de rellenar los formularios previos a contratar la póliza.
Las alergias, salvo excepciones, no son afecciones de salud grave por lo que es poco probable que las compañías rechacen el aseguramiento por su causa. De hecho, la práctica totalidad de los seguros cubren las pruebas de alergia, que habitualmente son rápidas, sencillas y de bajo coste.
Pero cuando entramos en la vacunación, la cosa cambia. Y es que ningún seguro médico cubre la vacunación contra una alergia. En España las vacunas no son obligatorias salvo en casos de riesgo para la salud pública, algo que deja fuera a las vacunas contra la alergia. De hecho, las vacunas no son recomendables para todo tipo de alergias ya que hay algunas, como las alimentarias, que no tienen tratamiento posible.
En cuanto a la medicación contra la alergia, como puedan ser inhaladores o antihistamínicos, dependerá de la cobertura de farmacia que tenga cada seguro, pero esta cobertura habitualmente es un extra que se debe contratar, cuyo precio variará en función de la medicación necesaria cada mes.
Así que, en términos generales, las alergias se consideran como preexistencias no graves que en casi ningún caso tendrán por resultado el rechazo de la cobertura, pero cuyo tratamiento será prácticamente siempre excluido de dicha cobertura. Si tienes alguna duda adicional sobre alergias y seguros de salud, contacta con nosotros en Más que seguro y te las resolvemos.